domingo, 2 de mayo de 2010

Siempre es preciso saber cuándo se acaba una etapa de la vida. Si insistis en permanecer en ella más allá del tiempo necesario, pierde la alegría y el sentido. Cerrando círculos o cerrando puertas o cerrando capítulos. Lo importante es poder cerrarlos y dejar ir momentos de la vida que se van terminando. Podes pasarte mucho tiempo de tu presente "revolcándote" en los porqués, en repetir el cassette y tratar de entender por qué pasó tal o cual cosa.
El desgaste va a ser infinito, porque en la vida, vos, yo, tu amigo, tus hermanos, todos estamos encaminados hacia ir cerrando capítulos, ir dando vuelta a la hoja, a terminar con etapas, o con momentos de la vida y a seguir adelante. No podemos estar en el presente añorando el pasado. Ni siquiera preguntándonos porqué. Lo que sucedió, sucedió, y hay que soltarlo, hay que desprenderse. No podemos ser niños eternos, ni adolescentes tardíos, ni tener vínculos con quien no quiere estar vinculado a nosotros. A veces es muy importante destruir recuerdos, regalar presentes, cambiar de casa, romper papeles, etc. Los cambios externos pueden simbolizar procesos interiores de superación. Dejar ir, soltar, desprenderse.
En la vida nadie juega con las cartas marcadas, y hay que aprender a perder y a ganar. Hay que dejar ir, hay que dar vuelta a la hoja, hay que vivir sólo lo que tenemos en el presente. El pasado ya pasó. No esperes que te lo devuelvan, no esperes que te reconozcan, no esperes que alguna vez se den cuenta de quién sos. Soltá el resentimiento. El repetir "tu película personal" para darle y darle al asunto, lo único que conseguis es dañarte mentalmente, envenenarte, y amargarte. La vida está para adelante, nunca para atrás. Si andas por la vida dejando "puertas abiertas", por si acaso, nunca vas a poder desprenderte ni vivir lo de hoy con satisfacción. ¿Noviazgos o amistades que no dejas ir?, ¿Posibilidades de regresar? (¿a qué?), ¿Necesidad de aclaraciones?, ¿Palabras que no se dijeron?, ¿Silencios que lo invadieron? Si podes enfrentarlos ya y ahora, hazlo, si no, déjalos ir, cerrá capítulos. Decite a vos mismo que no, que no vuelven. Pero no por orgullo ni soberbia, si no, porque vos ya no encajas ahí en ese lugar, en ese corazón, en esa habitación, en esa casa, en ese oficio. Vos ya no sos el mismo que fuiste hace dos días, hace tres meses, hace un año. Por lo tanto, no hay nada a qué volver. Cerrá la puerta, da vuelta a la hoja, cerrá el círculo. Ni vos vas a ser el mismo, ni el entorno al que vas a regresar va a ser igual, porque en la vida nada se queda quieto, nada es estático. Por salud mental, por amor vos mismo, desprendé lo que ya no está en tu vida. Recordá que nada ni nadie es indispensable. Ni una persona, ni un lugar, ni un trabajo. Nada es vital para vivir porque cuando vos viniste a este mundo, llegaste solo. Por lo tanto, es costumbre vivir con vos mismo, y es un trabajo personal aprender a vivir solo, sin la compañía humana o física que hoy te duele dejar ir. Es un proceso de aprender a desprenderse y, humanamente se puede lograr, porque recordá: nada ni nadie es indispensable. Sólo es costumbre, apego, necesidad. Pero cerrá, clausurá, limpiá, tirá, oxigená, desprendete, sacudite, soltate. Hay muchas palabras que significan salud mental y cualquiera que elijas te va a ayudar a seguir adelante con tranquilidad.