Le gustaba ir de fiestas, emborracharse, pasar un buen rato con gente desconocida que quizás nunca más volvería a ver. Bailaba, reía, gritaba, se enojaba, besaba, daba vueltas.
Sí, todo daba vueltas.. pero un día me confesó que todas aquéllas personas que simulan estar pasando un buen rato, se sienten vacías y solas en su interior.