Y ya no necesito esa basura en mi, me infecta, me contamina, me duele ingerir algo, me lastima. ¿Pero cómo van a entenderme? Si viven juzgandome. Si jamás podrán gastar un segundo de sus vidas en entender. Y es así, ayer empezé con restringir algunas cosas, hoy directamente rechazo lo que hasta hace un tiempo era mi devoción. Hoy eso se tranformó en obsesión.